Pastor Bill Winston advierte de un «espíritu de división» en la iglesia en general, «Estamos actuando carnalmente»
La semana pasada, el pastor de la mega-iglesia de Chicago, Bill Winston, dijo en una conferencia anual en su iglesia que hay un «espíritu de división» en el Cuerpo de Cristo por la existencia de la división racial entre las congregaciones.
«El enemigo ha creado un espíritu de división, y el racismo es división [y] prejuicio. Una vez que vengo a Cristo, tengo una nueva identidad», dijo el televangelista de 78 años.
«No hay ninguna diferencia. Hechos 10:34: ‘En toda nación, el que teme a Dios es aceptado en él'».
El fundador del Centro Cristiano Palabra Viva y del Centro Cristiano Tuskegee, con 20.000 miembros, en Tuskegee, Alabama, dijo que normalmente, cuando alguien necesita un trasplante de corazón, necesita la sangre y no suele prestar atención a la raza del donante de sangre.
De la misma manera que la gente ve la anatomía interna del cuerpo como algo similar, dijo Winston, la gente también debería ver a cada miembro del Cuerpo de Cristo -independientemente de su raza- como igual con Cristo habitando dentro de ellos.
«Cuando llega la sangre [para una transfusión de sangre], la gente no dice: ‘¿De quién es esa sangre? ¿Esa sangre viene de un indio?’. No, no dicen eso. Dicen: ‘Dame esa sangre'», razona Winston.
«El hombre que llevo dentro es Dios. Soy hijo de Dios… en el plan de Dios».
Según el pastor, las oportunidades que da Dios están abiertas a todo el mundo, porque las apariencias externas no deberían marcar la diferencia.
«La mayoría de las ciudades el domingo por la mañana es el momento más segregado en el Cuerpo de Cristo. …Debido a ello, hemos sido algo carnales», añadió.
«Así que, yo también puedo conseguir un cheque. …Lo que tú puedas conseguir, yo también puedo conseguirlo. Esta cosa viene en la Iglesia. El mundo se mete en la Iglesia, y mientras (el enemigo) pueda mantener a la Iglesia ahí, puede mantener a la Iglesia alejada de los milagros.»
Asimismo, el pastor dijo que los milagros comienzan en el espíritu, no en los lugares naturales. Y sin los milagros, añadió, los seres humanos pueden ser potencialmente retenidos de muchos lugares a los que habrían llegado de otra manera.
«No sois de este mundo. …Has nacido de lo alto. Actuad como si fuerais de casa. Habla como Dios. No me importa cómo sea la situación», dijo.
«Hemos sido programados para operar en este mundo humano-lógico-que-tiene-sentido. Y como resultado de eso, no hemos visto milagros. Toda la tierra está esperando que se manifiesten. El trabajo del enemigo es mantenernos en un lugar donde no crecemos».
«Si actuáramos más como nuestra fe, algunos de nosotros no estaríamos rotos por ahí. Hay que salir de eso», acusó.
Una de las formas en que los cristianos pueden llegar a su destino final es no permitirse avergonzarse de lo que dice el Evangelio, afirmó Winston.
«Tienes que no avergonzarte del Evangelio. Estás hecho para esto. No estás hecho para sentarte y llorar sobre ello y hablar [sobre] lo malo que es. Estás hecho para hacer algo al respecto. De eso se trata, de que es hora de hacer milagros», dijo.
«Hay cosas que si no hubiera milagros, no habrían ocurrido en la Biblia».
«Que Dios sea verdadero y todo hombre sea mentiroso. No importa lo que haya dicho el médico, habla como Dios. No importa lo que haya dicho el banquero, habla como Dios. No importa lo que haya dicho tu primo, habla como Dios. Si hablas como Dios, Dios lo va a respaldar».
El pastor también advirtió que el objetivo del diablo es desviar a los cristianos de la Palabra de Dios.
«El enemigo sabe que si puede impedir que la Iglesia saque la palabra, entonces lo que puede hacer es tener al mundo como rehén. Puede evitar que vengan al Reino», concluyó.
«El trabajo del enemigo es borrar todo rastro de la Palabra de Dios de la tierra. …Pero, la Biblia dice que las puertas del infierno no prevalecerán contra ti».
Winston fue uno de los muchos pastores conocidos que predicaron en la Conferencia Internacional de la Fe. Durante casi 27 años, la Conferencia Internacional de la Fe ha contado con oradores y músicos de renombre y ha «impactado en la vida de innumerables hombres, mujeres y jóvenes».
Otros oradores destacados como el obispo T.D. Jakes, el reverendo Samuel Rodríguez y el reverendo Kenneth Copeland, fueron parte de la conferencia de seis días de duración, celebrada en Forest Park, Illinois.
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