Aaron Judge de los Yankees: “La fama no me llena tanto como mi relación con Jesucristo”
Aaron Judge, jugador estelar de los New York Yankees y dos veces elegido Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Americana de béisbol, ha dejado claro que, a pesar de su fama mundial, premios y récords, su mayor satisfacción y propósito se encuentra en su relación personal con Jesucristo.
En reiteradas entrevistas, Judge ha sido claro:
“Nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. Él es quien me dio esta plataforma y esta habilidad. La fama, la oportunidad de jugar béisbol al más alto nivel, todo eso es genial, pero nada me llena tanto como la relación que tengo con Él. Eso es lo que le diría a cualquier persona: construye una relación con Él y eso resolverá todos tus problemas”.
La declaración fue pronunciada durante la conferencia de prensa previa al Juego de las Estrellas (All-Star Game) de 2025 en Atlanta, en respuesta a una pregunta sobre qué dice a quienes creen que la fama y la fortuna pueden llenar todos los vacíos de la vida.
Judge ha incorporado su fe en su vida pública:
- En el bate, lleva grabado el nombre de su hija, Nora, y una referencia a 2 Corintios 5:7: “Porque vivimos por fe, no por vista”.
- En su perfil de redes sociales, el primer adjetivo es “cristiano”, seguido de “fe, familia, béisbol”.
- Reiteradamente ha atribuido sus logros deportivos y personales a las bendiciones de Dios, además de subrayar la importancia de mantener la fe tanto en los buenos como en los malos momentos.
El jugador, adoptado por Wayne y Patty Judge cuando era un bebé, ha compartido cómo esta experiencia lo ha ayudado a comprender el amor incondicional de Dios:
“El amor de Dios no tiene límites. Habiendo sido adoptado por mis padres, y ellos eligiéndome y recibiendo en sus vidas… eso es extraordinario. Tener las bendiciones de Dios, mantener la fe en los buenos y malos momentos, sabiendo que Él está siempre conmigo, sin duda me ayudó a llegar donde estoy hoy”.
El testimonio de Aaron Judge desafía la cultura contemporánea, que suele buscar el éxito, la fama o el dinero como fuente de felicidad. Su historia es un recordatorio de que la verdadera plenitud solo se encuentra en una relación auténtica con Jesús y de que el propósito trasciende los logros personales y deportivos.
Judge invita a todos, a través de su ejemplo, a buscar a Dios y a encontrar en Él lo que el mundo no puede ofrecer: paz, dirección y sentido de vida.
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